72. Tu desgracia.

Tenía previsto un artículo muy distinto a lo que vas a leer.

Es domingo y aún no lo tengo escrito para poderlo publicar mañana lunes. Ahora entiendo el porqué. Ahora sé que tocaba que te hablara sobre esto.

El otro día publiqué en el RetoMeditar esta frase:

¿Haces lo que piensas… o lo que sientes?

Pues bien, hoy he hecho lo que sentía.

Hoy he ido de entierro.

De ahí se han derivado muchas cosas.

Pese a haber comunicado ya que no iría al entierro, he sentido que debía ir, ofrecer mi compañía y abrazar a determinadas personas. Y, aparte de eso, ahora he entendido el para qué: tenía que escribir este artículo.

Me dicen que soy muy racional. Y tienen razón, lo soy. Tengo tendencia a querer controlarlo todo, sobre todo desde que mi vida cambió. Pero bueno, estoy aprendiendo a soltar y a fluir…

Hoy te traigo un artículo puramente emocional, salido de la profundidad de mi Ser.

Las cosas que se han derivado del entierro son:

La primera, comprobar que aún no puedo entrar al cementerio.

La segunda, recordar cuando murió mi abuela siendo yo muy pequeñita, y preguntar «¿Por qué estáis tristes? Decís que se ha ido al cielo, que está con Dios. Entonces… ¿por qué estáis tristes?» Recuerdo perfectamente ese momento. Supongo que, desde bien pequeña, he sido inquisitiva buscando respuestas donde veía incoherencias.

Y, por último, y en lo que se basa el artículo de hoy, es algo que ha dicho el cura en la misa y que ha calado en mí. En realidad, es lo que trato de transmitirte cada día, además de darte los recursos y la motivación para ello: Vivir.

El cura ha contado un caso de un señor de Madrid que fue al médico y le diagnosticaron una enfermedad terminal. Moriría en 3 meses.

Ante 3 meses de vida el hombre se preguntó “¿Qué hago?”.

Se planteó la vida que había llevado hasta la fecha, decidió cambiar y se dedicó a pedir disculpas a unos, a reencontrarse con otros, a aportar lo que podía donde podía, a solucionar lo que podía solucionar… a cambiar su vida.

Pasó el tercer mes. Y el cuarto. Y el quinto…

El hombre fue al médico.

—Doctor, no me muero, ¿qué pasa?

—Fue un error de diagnóstico.

Un error de diagnóstico hizo que este hombre cambiara totalmente su vida.

Y te pregunto:

¿Vas a esperar tu desgracia?

Conoces cientos de casos de personas que, tras un hecho traumático, han reaccionado a la vida, han aprendido a Vivir de verdad.

También conoces casos, alguno renombrado, que pareciendo tenerlo todo en la vida, al final se dieron cuenta de que, en realidad, no habían vivido la vida que ellos hubieran querido vivir.

Decide. No hoy, ni mañana, ni cuando tengas tiempo, sino

Ahora mismo.

 

Solo hay 2 opciones:

Esperar tu desgracia o darte cuenta al final de tus días.

Tienes una tercera.

Una tercera contundente opción. Ya mismo. Ahora:

Voy a Vivir.

Tienes que darte cuenta de una vez de que no hay más opciones.

Te aseguro que te entiendo. Yo tuve que tener mi desgracia para decidir mi opción.

Pero, por favor te lo pido, no esperes tu desgracia. Toma la decisión ya mismo y empieza a Vivir.

Tu vida está en tus manos, no en las de nada ni nadie más. Tu vida eres tú. Vuelve a encontrarte a ti mismo. Hazlo Ya. Empieza a sentir lo que hay dentro de ti.

Llevo muchos artículos buscando esa reacción en ti, desde distintos ángulos, de una forma, de otra… buscando que algo de ello hiciera que despertaras, que te activaras, que te dijeras «Voy».

Tengo mucho que traerte aún, pero siento que no puedo más, si en ti no cala hasta la última célula este concepto: Voy a Vivir.

Escribo este artículo mientras lloro sintiéndome impotente al no poderte transmitir la urgencia, la necesidad que veo en ti de que tomes la contundente decisión de decirte: «YA».

Siento la responsabilidad de hacerte ver que hay que Vivir.

Que Vivir no es sobrevivir, pasar los días, afrontar los retos… Vivir es Vivir. Y puede ser maravilloso… si te das el permiso.

Decídete YA.

Y luego, pues ya se verá. Tu mente volverá a embaucarte con sus “cómos” y su mirada de lo que tiene delante, pero

Desde el momento en que te des permiso para Vivir y sigas diciéndote que es eso lo que quieres, todo comenzará a ser diferente.

 

Toma la decisión.

Nadie más la puede tomar por ti.

 

No tengo más que añadir. Hay miles de testimonios similares y no han calado en ti.

Lanzo este artículo virtual al mundo por si a alguien le “toca” algo, por si a alguna persona le hace reaccionar, por si, esta vez, sí cala en ti.

∞ Mariposa… Decide Ya Vivir

Decide Ya Vivir. Mariposa Azul de Luz.com
Decide Ya Vivir. Mariposa Azul de Luz.

Con cariño,
Mariposa Azul de Luz

Música: Yiruma
Imagen: Google. Arte en la aren. Mariposa.
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8 comentarios en «72. Tu desgracia.»

  1. Hay que aprender a VIVIR i a disfrutar de la vida a pesar de las dificultades que se nos presentan a lo largo de esta. Porque solo nos queda eso VIVIR! i con eso nos quedamos. La vida es bonita, seguro q encontramos algo o alguien por que agradecer cada mañana, cada dia… Hay q enfocarse en lo que tenemos y aprender a QUERERNOS para disfrutar de la vida. Gracias Mari Luz!! Bsts MARIPOSA

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    • Mil Gracias a ti. Eva. Gracias por desarrollar el concepto de Vivir desde tu perspectiva. Dices “la vida es bonita”, ¡por supuesto!; y también “seguro que encontramos algo o alguien…” ¿Sabes? Te tienes a ti!! Encuéntrate! Y sí, quiérete!
      ¿haces lo que piensas… o lo que sientes??
      Un fort abraç des de el meu cor.

      Responder
  2. Luz, estoy llorando pq me has tocado si tocada y hundida. Se q hay q vivir, se me ha ido una amiga que me decía eso y con su actitud de vida, aprovechando casa instante aunque no pudiera…ains hay tant@s ejemplos para espabilar. Pero la jodida mente me traiciona y me lleva a la tristeza, la pereza…al no vivir plenamente. Me ha llegado tu emoción y tus ganas de darnos un chispazo de realidad de espabilar yaaaa. Gracias mil….por empujarme a volar. Un besazo

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    • No pretendía causarte tristeza. Toma el ejemplo y la energía de tu amiga. Relájate y empieza a disfrutar. Lo más importante es sentirse bien y de ahí, viene todo. ¿Sabes qué puedes hacer? Da un pequeño pasito, toma acción. No hace falta que sea grande, solo un pasito… (tú sabes hacia dónde).
      Y, gracias a ti, siempre. Un muy fuerte abrazo, Luz, corazón.

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  3. Yo lo enfocaría desde el punto de vista de estar en paz, al menos con uno mismo, por si surge algo de esto. Siempre hay que estar preparado y la serenidad de uno también puede servir de apoyo a quienes te rodean.
    Saludos

    Responder
    • Hola Cris! Muchas gracias por aportar.
      Es cierto, es difícil hacer ver, incluso nosotras mismas a veces lo olvidamos, ¿verdad? Sin embargo, por eso mismo hay que continuar y no desistir… la vida, con todo, puede ser maravillosa, solo si queremos verla así.
      Un gran gran abrazo <3 y me alegro de que estés por aquí.

      Responder

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