31. Hoy quiero hacerte pensar.

Tal vez la motivación, la alegría y la energía no nos viene de serie, O, más bien, sí, pero la vamos perdiendo por el camino. Conforme crecemos, dejamos de ser niños y de habitar esa felicidad tan inocente de nuestros primeros años. Se va perdiendo.

Luego, la vida nos va llevando. Los estudios, el trabajo, la pareja, tener familia, ahorrar o  tan solo subsistir… las preocupaciones, las cositas de salud (o grandes cosas) que nos van saliendo, los quebraderos de cabeza, el no saber qué hacer o por dónde salir… o, simplemente acomodándonos en una realidad, aparentemente segura, por conocida, aunque no cómoda ni satisfactoria.

La felicidad de ese primer niño que fuimos queda tan, tan lejos, que ya ni la recordamos, ya no sabemos lo que es, y la confundimos con la “seguridad” del presente, de ese exterior que vemos como único posible, ese exterior que no es que sea muy allá, pero es NUESTRO. Es MIO, como Gollum en el Señor de los anillos.

Es Mio, que nadie me lo arrebate.

y… ¿por qué no?

¿por qué es tan tuyo?

¿qué o quién lo ha hecho tuyo?

Tú, ¿no?

Lo has hecho tú.

Y si lo has hecho tú, será porque puedes hacerlo. Sin embargo, esta -tu- realidad no te acaba de convencer. Sí, que nadie te la quite, ¡lo tuyo te ha costado llegar hasta aqui!, pero… si has hecho esta realidad… ¿por qué no “haces” una mejor?

Si aún no lo tienes claro, vuelve a las preguntas que te acabo de hacer. Vuélvelas a leer y vuelve a pensar.

Ahora, sigamos.

En el primer párrafo he subrayado la frase se va perdiendo. No lo he hecho porque sí.

Se va perdiendo.

Se va perdiendo lo que dentro de nosotros teníamos para ser felices.

Se va perdiendo… ¿es que teníamos la capacidad de ser felices?

¿Te parece esto muy raro, utópico, lejano o sinsentido?

Quizá teníamos la capacidad, pero puede que fuera porque cuando éramos tan pequeñitos no teníamos la conciencia de saber estar en el mundo… ¿Sí?

¿Y ahora sí? ¿De verdad? ¿ahora sí?

No lo creo.

Tenemos la conciencia de saber lo dificil que es vivir la vida, algunos días mejor, otros geniales y otros… mejor dejarlos pasar y mañana será otro día. Y ¿eso es saber estar en este mundo? ¿de verdad crees que sabes estar en este mundo?

¿será que no podemos “volver” a esa felicidad, a ese no preocuparse y tan solo vivir?

Tal vez no o tal vez no completamente igual.

Pero has hecho tu mundo, tu realidad, la has hecho tú. Créete esto, porque es así.

Si crees en Dios, o en el destino o el karma o… en lo que sea, puedes pensar que no depende de ti. Sin embargo, cada paso que has dado en esta vida, sabes, sabes de verdad que lo tuyo te ha costado. Cada palo que “te ha venido” te lo “has comido” tú. Y, también, que lo has superado. (O no. Puede que aún te queden muchas cosas que superar de tu pasado…). Pero lo que has superado, lo has superado tú. Ni Dios, ni el destino, ni el karma te lo ha hecho. Piensa y siente lo que te acabo de decir. Lo has hecho tú. Si eres creyente te lo ha traido en quien crees, pero luego lo has hecho tú, y has ido hacia adelante.

Si eres joven, ¡mantente atento!, puedes “hacer” tu realidad. ¡Aún puedes! No te coartes, no te aminales, no te conformes con poco, siempre ve a por más. No a por más ganancia, popularidad o lo que consideres seguro. Ve a por más de lo sientes dentro de ti. Está dentro de ti. Y, sobre todo, no te quedes cómodo en lo conocido. Aún tienes la energía de la juventud, ese motor que te empuja por sí solo, aprovéchalo. Crea tu vida.  Y, siempre, siempre, en el respeto hacia ti mismo, hacia los demás y hacia tu planeta.

Si eres mayor…

Lo mismo. Exactamente lo mismo. Sí.

Con menos energía (ya la has ido desgastando vanamente por el camino), pero la que te queda, la tienes porque aun no has “hecho” tu realidad, porque dentro de ti todavía está latente, día tras día, la posibilidad de cumplirla. De cumplir lo que está dentro de ti, independientemente de lo que suceda afuera, de lo que veas o experimentes fuera.

Sé que esto te lo crees menos.

Lo de la juventud, no lo has dudado ni por un momento. Aún  tienen toda la vida por delante… ¿quieres la misma vida para ellos? Seguro que quieres una vida mejor para ellos. Contemplas la posibilidad de que puedan tener una vida mejor.

¿Por qué dudas con tu edad? ¿Ya lo has hecho todo? ¿Sabes lo que vas a vivir? ¿Conoces tu futuro? noooo. ¿Por qué?

Tienes tu vida bien planteada, ya tienes (casi todo) de lo que recuerdas que querías conseguir… y aun así no es suficiente para ti, ¿verdad? No, no es suficiente. Vale que estés agradecido por lo que tienes, que valores a quien tienes, que agradezcas y disfrutes todo lo que has conseguido. Pero algo te dice que quieres más.

O, aunque estés del todo satisfecho con tu vida, viene algo y te la trastoca ¿no es así?

Y es que la vida (no me canso de repetírtelo) siempre va hacia adelante.

Y no vas a tener más remedio que “hacer”  lo que tengas que hacer para ir hacia adelante.

Ya que lo vas a “hacer”, plantéate hacerlo bien. Hazlo en sintonía contigo mismo. Sé que puede sonar complicado. Tomar decisiones a veces es dificil. Pero si estás atento a cómo te sientes al tomarlas, no tendrás dudas, ninguna. Deja de ver el exterior en esos momentos y concéntrate en lo que sientes.

Aún puedes “hacer” mucho. Y será por ti y para ti. Y esto se traducirá en mucho y mejor para todos los demás.

La motivación, la alegria y la energía están a tu alcance, si las quieres en tu vida.

Y, lo que quieras “hacer”, puedes hacerlo.

Empieza a creerlo.

Tu vida está para eso y tú estás en la vida para “hacerlo”.

Pues… ¡¡Ve a por ello!!

Y siempre con tu sonrisa interior.

Con tu sonrisa…

∞ Mariposa. Revoloteas… ¿Cuándo vas a empezar a Volar?

Con cariño,

Música: The way (Florian Bur), en dos versiones.
Imagen: Google. Texto y edición: Luz R.

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